ARTICULO DE RODOLFO ANTUÑA PELLEGRI
DOCENTE DEL MÁSTER UNIVERSITARIO EN DIRECCIÓN Y GESTIÓN SANITARIA DE UNIR . UNIR REVISTA - CIENCIAS DE LA SALUD|03/02/2021
La pandemia a causa de la COVID-19 ha puesto en jaque no solo al sistema sanitario, sino también a la economía y a la sociedad en general ¿Cómo han abordado este reto los profesionales de la salud?
Analizamos cómo se han enfrentado los gestores sanitarios a esta situación de la mano de Rodolfo Antuña, docente del Máster Universitario en Dirección y Gestión Sanitaria de UNIR y profesional con más de 30 años de experiencia en el sector de la salud , tanto pública como privada.
¿Cómo ha impactado la crisis del coronavirus en hospitales y centros de salud?
La pandemia, se ve a nivel mundial, está desbordando los sistemas sanitarios porque estos no están diseñados para dar respuesta a este tipo y volumen de demanda. Desde el punto de vista de la gestión sanitaria, creo que está permitiendo hacer algunas cosas que, de otra manera y por condicionantes no asistenciales, no se hubieran podido acometer en la Sanidad Pública. Algo tan simple como las consultas telefónicas en atención primaria o la priorización de gravedad de procesos por el propio paciente.
Respecto a este tema, el efecto disuasorio, que tantas veces se ha pretendido con los copagos, lo ha conseguido la persuasión y el miedo al contagio. La pregunta sería si el resto de, por ejemplo, urgencias hospitalarias que han disminuido drásticamente se deben a que han desaparecido, nunca fueron tales en esa proporción o simplemente se ha puesto en evidencia un punto claro de mejora del sistema.
¿Cuál es el perfil de estos profesionales?
En general se trata de profesionales de la salud con mayor o menor experiencia asistencial. Quizás, por hacer un matiz, en la Sanidad Pública hay más perfiles sanitarios con mayor carga de gestión asistencial; mientras que, en la sanidad privada, hay también una carga económica evidente. ¿Una razón? El modelo sanitario público cura, por supuesto, pero “contra un presupuesto público”.
El modelo sanitario privado también cura, en los mismos o mejores términos que el modelo público; si no fuera así no tendría ningún sentido, pero “tiene que ganar dinero” y eso puede determinar, obviamente, el perfil de los gestores.
¿Existen suficientes trabajadores cualificados en este sector?
La respuesta puede ser larga y con muchos matices, pero sí. En mi opinión, sin duda. La variabilidad en la gestión sanitaria pública, por darle un leve brochazo al asunto, es más de políticas y estrategias sanitarias que de cantidad de profesionales cualificados. En la privada, los objetivos y los necesarios resultados económicos marcan la diferencia.
¿Qué ventajas aporta esta formación a los profesionales de la Salud?
La formación está diseñada con dos objetivos: Dar visión sobre el presente y el futuro de la gestión sanitaria y aportar al alumno sobre las herramientas de gestión y su adecuada utilización.
¿Cuáles son las principales pautas a tener en cuenta a la hora de gestionar un hospital?
La pregunta da para muchísimo. De forma breve, los objetivos de un sistema sanitario son la prevención, la curación y la promoción y mantenimiento de la salud. Yo añadiría, con el adecuado consumo de recursos y con la intención de hacerlo sostenible en el tiempo. Si hablamos de un centro sanitario, sería dar adecuada respuesta a la demanda asistencial con eficacia y eficiencia en los recursos humanos y técnicos.
La Sanidad española está considerada una de las mejores del mundo, ¿Qué la diferencia de la de otros países?
Más de uno diría que a premisa mayor es, como mínimo, opinable. La sanidad pública española es universal porque atiende prácticamente al 100% de la población con, desde hace años, un gasto y un déficit crecientes ¿Atiende a todos, pero lo hace como lo tiene que hacer, si no tiene el dinero para hacerlo? Solo eso ya haría cuestionarse la primera parte de la pregunta.
Por otra parte, en comparación con la mayoría de los países de la UE, España tiene una serie de indicadores de salud poblacional (esperanza de vida al nacer, a los 60 años, mortalidad infantil, satisfacción de los usuarios con el sistema, etc.), mejores y mucho mejores en algunos casos; pero con menores recursos de camas, médicos y enfermeras que en esos países. Esta “contradicción” hace preguntarse por la relación entre la calidad de la salud de la población y la supuesta calidad del sistema, al menos si depende, como hay quien dice, de la cantidad de recursos disponibles.
Ambas y otras características diferencian al Sistema Sanitario Español de otros sistemas sanitarios con cuentas más saneadas, dimensionados de otra manera, con más copagos y, con indicadores, desde el punto de vista de la salud poblacional, no tan buenos, en algunos casos.
En vista de la respuesta anterior, ¿Cuáles serían los puntos de mejora del sistema sanitario español?
Estamos en medio de una total revolución tecnológica que está cambiando la forma de hacer sanidad. Cambios tecnológicos que curan con más precisión y más rápidamente, que permiten mejorar la prevención y personalizar tratamientos y que cuestionan el dimensionamiento de las estructuras sanitarias actuales.
Creo que la diferencia entre países a la que hace mención la anterior pregunta está en la velocidad y valentía de incorporación de estas innovaciones, la capacidad de sacarles el máximo rendimiento y la flexibilidad de un sistema creado hace más de 70 años, en la época de los transistores, para adaptarse y asumir los desarrollos tecnológicos de la era digital y dar respuesta inteligente a los nuevos retos asistenciales.
Para concluir, ¿es hora de abordar una revisión profunda del sistema sanitario?
Creo que con las contestaciones a las preguntas anteriores se ve que, en mi opinión, sin la menor duda.
Cuanto más tardemos en hacerlo más perjudicamos la atención de los que realmente lo necesitan.
El sistema es público, de titularidad pública y, en mi opinión, no hay duda de que debe seguir siendo así. Y es universal, pero creo que esta en riesgo su equidad, entendida como la capacidad de dar a cada paciente lo que se le debe dar. Creo que está en riesgo por la lentitud, el retraso de adaptación, por condicionantes políticos, por problemas de financiación, etc., etc.
Para mas información quedamos a su disposición para ampliar esta y otras conclusiones para apoyar sus planteamientos de acceso a mercado.
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