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Reportaje ASEBIO: Las ‘biotech’ por las nuevas tecnologías digitales para personalizar nuestra salud


Nadie pone en duda los beneficios de estas herramientas para diagnósticos y tratamientos más eficaces, una nutrición más personalizada o una agricultura más sostenible. Pero algunos destacan barreras de lenguaje, conocimiento y regulación que frenan la innovación. Hablamos con algunos de nuestros socios sobre la transición digital en el sector biotecnológico




6 de Mayo de 2021

Nuevas tecnologías digitales : Por Raquel Álvarez y Agathe Cortes


Las nuevas tecnologías digitales facilitan el desarrollo de técnicas que apuestan por el progreso humano. Esto es lo que afirma Elisa Díaz Martinez, coordinadora del nuevo grupo de trabajo de Nuevas Tecnologías de la Asociación Española de Bioempresas (AseBio). “No hace falta pensar en el largo plazo para darnos cuenta de que el futuro ya está aquí y que éste es tecnológico y digital. Los datos han pegado un gran salto”, añade. La digitalización es uno de los principales ejes del Plan de Recuperación propuesto por el gobierno que invertirá 11.000 millones de euros (un tercio de los recursos) para las pymes, la administración pública y para reforzar las competencias digitales del conjunto de la población. Las ‘biotech’ españolas ya están en marcha. Los socios de AseBio tienen claro que las nuevas tecnologías, entre ellas el Big Data, la Inteligencia Artificial (IA), el Blockchain y la realidad aumentada, son fundamentales para mejorar sus innovaciones y resolver los desafíos de la humanidad. La salud y su “demanda infinita de innovación” Additum Blockchain es una empresa que se dedica a crear nuevos modelos de cuidado de la salud que, optimizando la creación de valor, permiten una importante mejora de la eficiencia. Su presidente, Javier Colás, no tiene ninguna duda de que siempre tendremos necesidades clínicas no cubiertas necesitadas de innovación, pero ha llegado la hora de aplicar la innovación también para mejorar la eficiencia en los procesos, generando ahorros que poder reinvertir en innovación. Si no hacemos así no podremos seguir los pasos del avance científico y tecnológico”, comenta.

El equipo de Additum trabaja en la optimización de procesos de creación de valor en salud y en la “activación de los pacientes” mediante una mejora de la alfabetización en salud de la población, una necesidad que la pandemia ha acentuado ahora más que nunca. “Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) dicen que quien más puede contribuir a la eficiencia de los sistemas de salud es el propio individuo”. Si los individuos se cuidaran más, y siguieran las indicaciones de los Sistemas de Salud, conseguiríamos crear más salud gastando menos. Para analizar toda la cadena de valor que se crea para devolver la salud a un paciente, optimizando la intervención de los distintos agentes que participan, la empresa utiliza la tecnología llamada Internet del valor, mas conocida como Blockchain, que facilita la alineación de organizaciones autónomas, como las Unidades Clínicas, en un proceso común de creación de valor en salud. Otra de las herramientas clave para Additum es la inteligencia artificial. Una de las vías para optimizar la creación de valor, pasa por personalizar los procesos para cada paciente, de acuerdo con sus necesidades específicas. Según Colás, se genera mucho más valor dando a cada persona lo que realmente necesita. El poder contar con bases de datos federadas y que los clínicos puedan trabajar conjuntamente sobre una misma patología desde cualquier hospital de España, también depende de las nuevas tecnologías. “Clasificar cada uno de los pacientes, todos los datos disponibles, los diferentes perfiles clínicos y sociales y decidir tratamientos específicos, requiere mucho tiempo a menos que tengamos motores como la Inteligencia Artificial”, afirma el experto.

Eficacia con IA Vitro, un grupo corporativo español especializado en el desarrollo, fabricación y distribución de equipos, software y reactivos para el diagnóstico In-Vitro (IVD), están terminando de desarrollar la primera versión de un nuevo Sistema de Información de Anatomía Patológica con trazabilidad total, que sirva de vehículo director de la gestión integral en Patología Digital y Computacional, con el fin de automatizar, facilitar y servir de apoyo al diagnóstico del patólogo. Según el director de Sistemas de Información de la empresa, Fernando López, existen claros beneficios. Uno es la mejora en la calidad asistencial para el paciente quién obtendrá un diagnóstico, evaluación terapéutica y pronóstica más rápidos y de mayor calidad. Esta herramienta también supone un avance para los profesionales que mejorarán la adaptación de los recursos disponibles. Por último, el experto destaca los beneficios económicos: “supondrá una mejora en la productividad del personal y una reducción de los costes”.

Merck, empresa líder en ciencia y tecnología, apuesta por la IA y la robótica para el descubrimiento y la comercialización de nuevos medicamentos. “Estas tecnologías junto con superordenadores y sistemas de aprendizaje automático de datos tienen la capacidad de analizar moléculas y de arrojar resultados sobre la viabilidad de fabricación o no de un medicamento en tiempos récord”, cuenta Elisa Díaz Martínez. En la empresa un grupo de científicos, informáticos y de expertos en datos coopera con patólogos y biólogos. Su objetivo, por ejemplo, es que los ordenadores detecten con exactitud qué terapia es eficaz en los pacientes con cáncer; “una realidad que hasta hace apenas un par de décadas era apenas imaginable”, precisa Leer tu microbioma: hacia la nutrición personalizada La “personalización” es un término que también menciona Daniel Ramón, director de I + D de ADM Biopolis, compañía que se fundó hace 18 años dedicada a buscar nuevos ingredientes y cepas microbianas. La empresa comenzó a colaborar con la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) para desarrollar un robot que permita medir en hasta 50.000 gusanos distintos la esperanza de vida de forma eficaz. En la misma línea, la Universidad Politécnica de Valencia crea para ADM Biopolis modelos de robotización para mirar el movimiento y el comportamiento de cada uno de esos gusanos. Todo esto con el objetivo de probar y analizar en detalle las diferentes funcionalidades y efectos de los nuevos ingredientes de la compañía. “Estas nuevas tecnologías nos permiten escrutar funcionalidades que a priori era imposible como puede ser el sueño o la respuesta a un compuesto”, detalla Ramón. Para Ramón, si queremos llegar a la nutrición personalizada, el Big Data y la IA son fundamentales para gestionar el aluvión de datos que tenemos y tendremos. Las empresas biotecnológicas están pensando ya en algunos clústeres al cual el paciente se sentirá identificado y que cambiarán en función de la región del planeta, del estado de su microbioma y su fondo genético. “Tú cuando vayas al supermercado te identificarías con uno de ellos. Escanearás un código de barras y la aplicación te avisará si el producto es bueno para ti o no”, explica. Lo apasionante y complejo de esta área de actividad es que no solo se mezclan datos científicos, sino también datos de las diferentes realidades gastronómicas de cada país. “No son fáciles de mezclar y por eso necesitamos a las nuevas tecnologías”, insiste Ramón. Existen ya empresas europeas que venden impresoras 3D junto con láminas de polifenoles, bacterias probióticas, magnesio o calcio, entre otros. ¿Para qué? Para que el consumidor pueda, en base al estado de su microbioma que le haya anunciado su herramienta de detección, crear una golosina que cubra esas carencias nutricionales. Ramón destaca la parte psicológica de esta iniciativa: “el paciente pensará ‘estoy trabajando en mi salud’ y eso es muy importante. Veo que se generan compañías que trabajan en áreas que era impensables años atrás”.

La agricultura también necesita precisión La actividad relacionada con la agricultura para la producción de alimentos ya está utilizando técnicas de la precisión y digitales para optimizar su producción. Estas herramientas ayudan al agricultor a la toma de decisiones y a optimizar el uso de recursos tanto naturales como el suelo o el agua u de otros tipos como semillas, fertilizantes y productos fitosanitarios. Explica Richard Borreani, responsable de Public Affairs, Science & Sustainability de Bayer Crop Science, que en la empresa ya cuentan con una plataforma digital llamada Field View que usa los satélites y el Big Data para recopilar, almacenar y visualizar datos esenciales de manera sencilla y, gracias a ello, supervisar y medir el impacto de las decisiones en el rendimiento del cultivo. “La gran ventaja es la variabilidad. Ahora cada zona de la parcela tiene sus propios datos y se adapta la aplicación de semillas y de fertilizantes en función de ellos y así se aplica cuándo es necesario y a la dosis necesaria. El beneficio y la optimización están muy claros”, afirma Borreani. La compañía también utiliza drones para la observación y verificar si hay un foco de enfermedad o no en el cultivo. Estas herramientas determinan el momento de aplicación para que añadas justo lo necesario y en el mejor instante para una producción óptima. “Hay muchas más ventajas de cara a su tiempo, dinero y al medio ambiente”, resalta. En la misma línea, Bayer Crop Science acaba de lanzar una nueva plataforma digital que permite a los usuarios planificar su régimen de protección de cultivos y al mismo tiempo pronosticar los niveles de residuos fitosanitarios de la cosecha en un cultivo como el de fresas “Es un abanico que se puede y se seguirá ampliando”, confirma el especialista. Barreras por superar compartiendo lenguajes Todo parece evidente a los ojos de las ‘biotech’, pero existen limitaciones que frenan la innovación y el camino de la ciencia hacia un mundo más sano, sostenible y consciente. Volvamos a los drones de Bayer Crop Science. “Los utilizamos como monitoreo, pero no los podemos utilizar para tratamiento fitosanitario porque se considera tratamiento aéreo y eso está prohibido”, comienza Borreani. Sin embargo, el dron vuela muy cerca del cultivo y se podría considerar como una aplicación terrestre mucho más precisa que un tractor u otros tipos de pulverización. “Se necesita que la legislación vaya a la misma velocidad que la innovación”. Para el director de I+D de ADM Biopolis, la barrera más importante es la del lenguaje. “Estas nuevas tecnologías van a tener un impacto brutal en la nutrición. Se podrá jugar de manera sofisticada y exigirá genómica, Big Data, inteligencia artificial, y más herramientas y eso es todo lo que tenemos que poner junto y tratar de compartir lenguajes”, precisa. Con las nuevas tecnologías se utiliza un lenguaje diferente y el ejercicio es intentar explicar lo que quieres para que los expertos te entiendan y viceversa.

Las diferentes fuentes consultadas para este reportaje están de acuerdo que falta conocimiento y formación, que sea de la sociedad, del usuario final de la nueva tecnología o del propio experto de la empresa. “La mayor barrera es la falta de experiencia en las nuevas tecnologías, teniendo que formar al personal y contar con colaboradores que ayuden a la integración de dichas herramientas en nuestro trabajo”, destaca Fernando López de la empresa Vitro. Por su parte, Colás, el presidente de Additum concluye con otras palabras: “Organizaciones como AseBio deben ayudar a conseguir que quien conoce las herramientas pueda conocer las necesidades y quien conoce las necesidades pueda conocer las herramientas. Este intercambio de información es fundamental”.

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